Nuestra valoración como montañeros del Parque Nacional que nos proponen es muy crítica. Han quedado frustradas las expectativas depositadas en un proyecto, tras años de lucha contra las agresiones que amenazaban a la Sierra.
Mountain Wilderness hemos sido desde el inicio defensores del Parque Nacional. Sin embargo, las características de la propuesta no responden a nuestras aspiraciones. No era eso lo que queríamos. Aspirábamos simplemente a que las generaciones futuras pudieran disfrutar de un entorno natural con los excepcionales valores ambientales, culturales, paisajísticos y deportivos que nos ofrece la Sierra de Guadarrama. Casi con toda seguridad eso ya no podrá ser. Se ha optado por la explotación económica de sus recursos, y por convertir la Sierra en algo más parecido a un parque temático-turístico que a una zona de montaña.
En primer lugar, criticamos los conceptos utilitaristas y posibilistas con los que se ha diseñado el Parque. Al final, se protege pensando más en las posibilidades que ofrece la titularidad del terreno (público, municipal, privado) y en la actividad económica que se puede perder (forestal, ganadera, urbanística o turística), que en criterios ambientales, ecológicos o paisajísticos. Nuestros políticos deberían tener claro si quieren o no un Parque Nacional, porque de quererlo, hay que asumir que será costoso en términos económicos para la sociedad, no sólo por las indemnizaciones o adquisiciones que se requieran, sino sobre todo, por la pérdida de actividad económica que se deriva de una autentica protección. Todo lo que se pierde en mercancía, se gana en valor.
Criticamos el juego técnico-administrativo llevado a cabo para poder adaptarse a la forma jurídica de Parque Nacional, sin considerar otras figuras siquiera complementarias (Parque Natural, Regional...). La solución de las autoridades es escandalosa; si la figura de Parque Nacional, no permite legalmente una determinada actividad, se adoptan dos posibles soluciones: o se modifica la ley de Parques Nacionales para que lo permita (al parecer esto se esta promoviendo) o se propone como Parque Nacional sólo aquellas zonas que no tiene tal actividad, que es lo que se ha hecho con la Sierra de Guadarrama. No importan los contenidos de protección, ni el territorio a proteger, eso es lo de menos, se adapta a “lo posible”.
La propuesta de Parque Nacional se queda corta, muy corta. Desde luego en cuanto a su extensión que queda circunscrita, como su propio nombre indica, a la zona de cumbres, excluyendo amplias zonas con excepcionales valores, en ocasiones muy superiores a los de las cumbres y apostando por la nefasta cultura de proteger sólo “la excelencia”, obviando el carácter “sistémico” y global de las montañas.
Recientemente han aparecido algunas iniciativas de colectivos y grupos de montañeros, sin duda bienintencionadas, en aras de mejorar la propuesta del Parque. Nosotros apoyamos (como no) sus propuestas de zonas de ampliación. Sin embargo nos parece que tales propuestas resultan excesivamente condescendientes y posibilistas con la propuesta oficial y especialmente con lo relativo a las estaciones de esquí de Navacerrada y Valdesquí.
Las estaciones de esquí de Navacerrada (y su entorno urbanístico) y Valdesquí son incompatibles con cualquier concepto, no ya de Parque Nacional, sino de mera sensibilidad ambiental. Son un anacronismo ambiental, estético e incluso económico. La adaptación que se ha hecho de la zonificación en el mapa, para que queden fuera del Parque Nacional, es una burla a los ciudadanos y desgraciadamente nos tememos que llegará a ser un ejemplo internacional de lo que no debe ser un Parque Nacional. Para más escarnio, se permite la posible ampliación uniendo ambas estaciones.
Guarramillas y el Valle y Loma del Noruego (estaciones de esquí), son zonas emblemáticas no solo para el montañismo madrileño y castellano, son representativas del guadarramismo por su historia y su aportación a la cultura, al deporte y a la ciencia. Mountain Wilderness aboga por el desmantelamiento progresivo de las estaciones de esquí, la recuperación del suelo y el paisaje y la reordenación territorial de todo el entorno, adecuándolo al Parque Nacional. Esta aspiración, que algunos presentan como utópica o inviable, fue sin embargo llevada a cabo con indudable éxito en la vecina estación de Cotos. Renunciar al desmantelamiento y reordenación del territorio es por el contrario una actitud pusilánime que legitima su existencia, y lo que es peor, su ampliación... ¡en el mismo corazón de un Parque Nacional!
No es una demanda radical, no es nada que no esté contemplado en el espíritu y en la letra de la Ley de Parques Nacionales y desde luego nada que no aspiraran los precursores del guadarramismo si hoy en día se encontraran con la actual situación de la Sierra Por todo ello pedimos:
- La devolución de la propuesta por parte del gobierno.
- La elaboración de los PORN que den lugar a una propuesta digna de Parque Nacional.
- El mantenimiento de las actuales figuras de protección (parque natural, regional, etc.)
- La moratoria de los proyectos de “eco desarrollo” previstos para la zona de Navacerrada.
Mountain Wilderness de Ayllón, Guadarrama y Gredos
C./ Barco, 30 Bajo. 28004 – MADRID
www.mountainwilderness-agg.org
info@mountainwilderness-agg.org
Nota: Esta declaración ha sido remitida al gobierno de la nación y los grupos parlamentarios del congreso de los diputados instituciones responsables finalmente de la declaración del Parque Nacional.
CAGO EN LOS PUTOS SKIADORES Y EN SUS PUTAS CALAVERAS...
ResponderEliminarViva el ESCUADRÓN DE MONTAÑEROS TERCOS DE LA MESETA CENTRAL, las AMANTES PERTURBADAS DE LA SENDA LEPIOTERA, la CONJURA PARA ACABAR CON LOS ESKIADORES DOMINGUEROS, la TROPA AGAZAPADA ARROPIERA, el GRUPO DE ASALTO DEL PINAR DE GUADARRAMA, las DEFENSORAS A ULTRANZA DEL MONTE(de akí al horizonte) y los CLAVAESTACAS DEL LOZOYA.
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